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16 de noviembre de 2020

Columna de opinión: Por los niños y niñas: Hoy estamos listos para un nuevo comienzo

Después de dos años de tramitación, el Senado aprobó el proyecto de ley que crea el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia. Hoy como Gobierno y tal como anunció el Presidente Sebastián Piñera, cumplimos con una deuda histórica, instalando una nueva institucionalidad con cambios a corto, mediano y largo plazo, que permitirá recuperar la dignidad de todos los niños, niñas y adolescentes de Chile.

Poner a los niños primero en la fila, siempre ha sido una de las prioridades como Gobierno, siendo esta instancia en la que empezamos a trabajar en la implementación de un nuevo Servicio de Protección de la Niñez, que junto al Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil reemplazarán al actual Sename, teniendo como importantes funciones este nuevo servicio, el proteger mejor la vida y calidad de vida de todos los niños, niñas y adolescentes, la dignidad, sobre todo, sobre todo para los más vulnerables y vulnerados.

Estas mejoras sustantivas en la protección efectiva y en la restitución de sus derechos, terminan con un servicio que falló en proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes, y que abrió una herida que buscamos sanar. Avanzando en poner en marcha un nuevo servicio, con foco en la reparación y restitución de sus derechos, con más recursos, supervisión y fiscalización con estándares de calidad, y programas especializados en el fortalecimiento, revinculación familiar y preparación para la vida independiente.

Estas, entre otras características, permitirán resguardar sus derechos y poner fin a las cuatro décadas de funcionamiento del Sename, implementando nuevos ejes con una exigencia más alta en los estándares, sumando además entre ellos, el aumento de la subvención de las residencias en su componente fijo al 50% y el rediseño de los programas de atención ambulatorios, incorporando un enfoque integral y aumentando las exigencias y el monitoreo de los organismos colaboradores acreditados, siempre de la mano de las familias, apoyándolas en sus dificultades y en el importante y decisivo rol que cumplen en la vida de los niños.